martes, 30 de junio de 2015

Para un aprendizaje pleno debemos recordar, aquello que la maestra experiencia nos ha dado, y en su justa medida, actuar conforme a lo aprendido; quien analiza los resultados del pasado con los del ahora y compara lo obtenido, podrá ver los frutos vivos del intelecto, y prescindir de este solo nos alejará irremediablemente de la comprensión de los hechos, haciendo el camino más escabroso de lo que normalmente sería que si le damos a esta cualidad su justa importancia, pues la ejecución perfecta del prudente, siempre termina siendo un balance agradable entre lo hecho y lo pensado.